César Rodríguez, un uruguayo que hace 20 años que vive en España, advirtió, entrevistado en el programa Fuerte y Claro, que actualmente se vive “muy justo” en el país ibérico y que “todos los días se rinde un examen” en el trabajo. Desde que llegó se desempeña como camarero en una céntrica cafetería madrileña. Escuche la entrevista completa.
El uruguayo César Rodríguez, quien hace exactamente 20 años que se fue del país rumbo a España, afirmó en Fuerte y Claro que la idea que comúnmente se sostiene, de que se vive mejor en Europa, no siempre es cierta y recomendó que las personas que se quieran ir lo piensen dos veces.
“Al que quiera venir, le digo que se venga, pero si yo fuera el que opina, le diría que no venga después de conocer el panorama de España. El que se quiera venir piensa que acá va a estar mejor, pero cuando me vine lo que había era trabajo y con él apenas vivías”.
“Todos pensamos diferente y nos va distinto en la vida. Pero está limitado en todos los sectores para crecer acá y hasta para formarse. Encima da para vivir justo todo el año, entonces que no venga. Yo no me vendría, pero el que se quiere venir, que se venga. Hay muchas carencias. Hay una mano de obra muy barata y todos los días hay que rendir examen en el trabajo. No paro. No justifica, para mí”, afirmó.
La decisión
Durante la entrevista relató que ele 24 de agosto de 2002 fue la fecha en la que tomó la decisión de irse de Uruguay, con el apoyo de su familia.
“Hice el click de irme cuando trabajaba en la calle Rivera y Larrañaga, que era el 24 de agosto, fue un fracaso total, no había trabajo. Llamé a mi hermano que vive en España y a la semana ya me dijo que me podía ir. Tenía la garrafa vacía, no tenía luz, y eso que estaba trabajando. (…) Desde ahí, aquí estamos”, recordó.
Contó que en esa época, muchos pasaban por el lugar donde estaba trabajando para pedir una oportunidad para ganar un poco de dinero.
“Un muchacho, en bicicleta, a las 7 de la mañana, le pidió a mi patrón que lo dejaran trabajar, hacer algo, para llevar comida a su casa en pleno invierno. La industria estaba agonizando en Uruguay”, agregó.
Cuando llegó a España, estuvo “ganando tres a cero”, porque arribó con trabajo, vivienda y con el respaldo de su hermano, indicó.
“No todos tenían. (…) los primeros tiempos la pasé malísimamente mal porque se extrañaba mucho. Lloraba mucho. (…) extrañaba tomar el mate con mi señora (..) no te lo imaginas nunca que te va a tirar tanto la distancia”, afirmó.