Incertidumbre: la falta de educación para enfrentar a lo desconocido

Escuche la columna completa de Emma Sánchez:

https://www.dropbox.com/s/95gbfmnsiwxyhvb/Fuerte_y_Claro_-170629-Entrevista_a_Emma_Sanchez.mp3?dl=1

A continuación, un resumen de lo expuesto por la periodista española en Fuerte y Claro.

Trataré un tema que refleja la situación de las sociedades actuales independientemente del país en el que nos encontremos.

Hablamos del concepto de incertidumbre y de lo que esa palabra significa para los ciudadanos de occidente, pues si bien es cierto que aunque nos afecta a todos, sería poco preciso decir que nos afecta de la misma manera, ya que dependiendo del lugar de donde procedamos, y de nuestro entorno, puede afectarnos en mayor o menor medida. No es lo mismo sentir incertidumbre en Europa que en un lugar de conflicto armado, o en un país donde hay una dictadura y no se protegen los Derechos Humanos.

Es importante tener claro qué significa la palabra “incertidumbre”. En la RAE la palabra incertidumbre se define como “falta de certidumbre”. Entonces es inevitable ir a la palabra certidumbre para aclarar, y ahí aparece la palabra certeza donde surgen dos definiciones, una sería el conocimiento seguro y claro de algo. Y la otra, la firme adhesión de la mente a algo conocible, sin temor de errar.

Está claro que nada en esta vida  es cien por cien seguro y es inevitable cometer errores pues somos humanos y no somos perfectos. Con todo esto queda claro que debemos abrazar a la incertidumbre y cambiar nuestra perspectiva sobre ella para hacerla una aliada, en vez de una enemiga.

Pensamos que al tener una casa y ganar mucho dinero, nos sentiremos seguros. De hecho, hay quienes piensan: “Me sentiré seguro cuando tenga x cantidad de dinero. Entonces seré libre económicamente y podré hacer lo que me gusta”. Sin embargo, lo curioso es que en muchos casos, mientras más dinero se posee, más inseguras se sienten las personas. Esto es evidente, y un ejemplo claro en la situación medioambiental, política y económica actual. Vivimos en un escenario de incertidumbre a gran escala.

Deberíamos empezar a manejar más y mejor nuestras capacidades. A desarrollar nuestras habilidades y a darnos cuenta de que la incertidumbre no es más que el miedo a lo desconocido, porque no nos han educado para enfrentarlo, sino a verlo como una amenaza cuando no lo es.

La verdadera amenaza es aceptar que la situación de desigualdad social continúe en aumento y que se nos sigan quitando derechos por miedo a hacerle frente al status quo, ese que nos hizo temerosos y en cierta manera, cobardes.