La muerte: un tabú celebrado una vez al año

La periodista española Emma Sánchez, a propósito de los festejos de Halloween, habló sobre lo que simboliza la palabra “muerte” y los tabú que giran en torno a su concepción.

Escuche la columna completa de Emma Sánchez:

https://www.dropbox.com/s/oprfl2aboxeph2r/Fuerte_y_Claro_-171101-Entrevista_a_Emma_Sanchez.mp3?dl=1

La palabra “Halloween” se define tradicionalmente como una forma abreviada en lengua escocesa de la expresión inglesa Allhallow-even usada como tal por primera vez en el siglo XVI. Bajo la forma «Hallow-e'en» Hallows' Even, o también All Hallows' Eve, que era el antiguo nombre en inglés de la «víspera de todos los Santos», esto es, la víspera de la fiesta cristiana del 1º de noviembre.

De hecho, «Hallow» es una forma en inglés —ya en desuso— para referirse a los santos. Sin embargo para el pueblo celta Halloween según la teoría tradicional tiene su origen en una festividad céltica conocida como Samhain, que deriva del irlandés antiguo y significa fin del verano. Esta palabra es bastante utilizada para aquellos que quieren celebrar la festividad sin usar la palabra más comercial.

Son los inmigrantes irlandeses quienes llevan esta tradición a EE.UU, es decir no es algo propio de los americanos, ya que en 1840 esta festividad llega a Estados Unidos y Canadá, donde queda fuertemente arraigada, como podemos observar.

Estos irlandeses escapaban de la gran hambruna irlandesa y fueron ellos quienes difundieron la costumbre de tallar los jack-o'-lantern (calabaza gigante hueca con una vela dentro) inspirada en la leyenda de «Jack, el Tacaño». Sin embargo, la fiesta no comenzó a celebrarse masivamente hasta 1921.

Por otro lado, la gente no quiere hablar de la muerte, ya no solo porque la rehúya sino porque si hablas de ciertos temas en los que la muerte está presente como el aborto, la eutanasia, la enfermedad, etcétera es algo que en general se tiende a esquivar.

Sin embargo en el día de Halloween la muerte se vive de una manera diferente aunque su significado sea el mismo. ¿Por qué entonces somos capaces de ver la muerte de una manera lúdica un día al año y no los 364 días restantes?