En cinco años fueron asesinados 108 niños y adolescentes
17 noviembre de 2017
Un informe de Unicef denominado "Panorama de la violencia hacia la infancia en Uruguay 2017", advierte que las políticas para detectar y atender a los niños y adolescentes víctimas de violencia están demorando, y señala que hay dificultades al momento de aplicar la normativa para estos casos.
El documento, según informa El País, presenta un análisis de la tipificación de los delitos vinculados a la violencia hacia los niños en la legislación vigente, y allí apunta que se necesita que el Código de la Niñez asegure las medidas de protección más urgentes, así como que exista un tratamiento adecuado y no revictimizador de los niños víctimas de la violencia.
"Este camino también contribuiría a generar mejores condiciones para la investigación judicial y la consecuente sanción a los responsables", expresa el texto.
En 2016 fueron asesinados 22 menores de 18 años, mientras que en 2015, fueron 13 homicidios. Por otra parte, en los últimos cinco años 108 niños y adolescentes fueron asesinados en nuestro país, de los cuales, las tres cuartas partes eran varones.
"En el 37 % de los 108 homicidios de niños, niñas y adolescentes registrados entre 2012 y 2016 no se ha podido determinar el motivo. Este dato es significativamente mayor que el presentado regularmente por el Observatorio de Violencia y Criminalidad para el total de los homicidios. Según esta fuente, en 2014 los homicidios por motivos no identificados fueron el 8 % y en 2015 el 10%", señala el informe.
En ese período, 62% de los niños y adolescentes víctimas de homicidio tenía entre 13 y 17 años, 30,6% entre 0 y 5 años y el 7,4% de 6 a 12 años.
En el período 2012-2016, 30 los niños y adolescentes fueron asesinados por motivos de violencia intrafamiliar: 17 mujeres, 12 varones y en un caso el sexo no se identificó.
Por violencia de género murieron 14, y 16 por otras formas de violencia intrafamiliar.
El informe de Unicef también advierte que falta información específica sobre la problemática: "Los altos niveles de violencia física y psicológica, ejercida tanto por varones como por mujeres, nos hace pensar que revertir el fenómeno está fuertemente relacionado con la capacidad de dar a conocer el daño que produce la violencia en la vida de los niños y las niñas, de convencer sobre ello y de desarrollar políticas que den a las familias herramientas y pautas de crianza no violentas".