Minutos antes de las 17 hs, la selección de Francia llegó al aeropuerto parisino y el vuelo fue recibido con juegos de agua de los bomberos.
La ministra de Deportes, Laura Flessel, los recibió a la puerta del avión. El capitán, Hugo Lloris, descendió primero con el trofeo en la mano, acompañado del entrenador Didier Deschamps, y del presidente de la Federación, Noel Le Graet.
Los futbolistas se colocaron en un estrado para hacerse la primer foto en el país con el trofeo.
Agotados tras una noche de festejos, los jugadores respondieron a los cánticos de victoria del personal del aeropuerto que se encontraba junto al avión.
El equipo fue trasladado hacia París, escoltados por las fuerzas del orden y ya cerca de la Avenida de los Campos Elíseos, la delegación abordó un ómnibus descapotable con el que recorrieron la avenida, saludando a los miles de hinchas que los esperaban allí.
Un vallado separó a la gente del trayecto del ómnibus, generando un recorrido ágil. EL seleccionado se reunió en el Palacio del Elíseo con el presidente Emmanuel Macron quien los recibió en las escalinatas, para celebrar.