El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel habló por primera vez ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.
“Somos la continuidad, no la ruptura”, dijo el mandatario enviando un claro mensaje a Estados Unidos acerca del cambio generacional en el gobierno y agregó: “la revolución cubana sigue viva y pujante”
Mientras destacó la importancia de un relacionamiento "respetuoso y civilizado", Díaz-Canel dejó claro que no se harán concesiones que afecten la soberanía e independencia de la isla.
En su oratoria, el mandatario cubano cuestionó las críticas contra el socialismo realizadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump: “El orden internacional está lejos de lograrse”, expresó, recordando que el 70% de los ciudadanos más pobres solo accede al 2% de la riqueza.
“Esta realidad es fruto del capitalismo y del egoísmo, de una cultura que privilegia a los ricos”, indicó.
Sostuvo que existe falta de compromiso y de voluntad política de los países más industrializados para enfrentar asuntos como la lucha contra la pobreza, el desarrollo sostenible, la migración y el cambio climático.
“Es una cuestión de supervivencia”, expresó, al tiempo que denunció la política proteccionista de EE UU, “que afectará a la naciones menos desarrolladas”.
El presidente cubano acusó a EE UU de recurrir a la defensa de los derechos humanos de una forma “discriminatoria” y “selectiva” para intervenir en otros países y al respecto, advirtió que América Latina está bajo amenaza persistente por los ataques contra Venezuela o Nicaragua. “Es una nación soberana que no hace daño a nadie”, dijo sobre el gobierno de Nicolás Maduro.
Su oratoria concluyó diciendo que EE UU tiene una “retórica abusiva” hacia Cuba y sostuvo que ese gobierno “fabrica falsos pretextos” para intentar crear desorden.
Pese al daño que crea el embargo, la hostilidad y las acciones de Washington para imponer un cambio de régimen, exclamó, "aquí está la revolución cubana, viva y pujante, fiel a sus principios".
Fuente: El País de Madrid