Hace algunas semanas, el Gobierno aprobó un decreto reglamentario que moderniza el régimen de zonas francas. ¿Qué implican estos cambios normativos? Escuche la columna del contador, Marcos Soto.
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El decreto posibilitará la creación de más polos de actividades en el interior y se adhiere a estándares internacionales.
El subsecretario de Economía, Pablo Fererri había dicho que el Gobierno le da mucha importancia a la noticia porque el régimen de zonas francas uruguayo es muy vigoroso, funciona bien, genera “miles de puestos de trabajo” por lo que cumplir con los stándares internacionales es fundamental para continuar.
En diálogo con el programa Fuerte y Claro de Radio Informarte, el contador Marcos Soto recordó que las zonas francas siempre están dentro del debate político, sobre todo por los incentivos fiscales que presentan. Sin embargo, "pocas veces se mencionan los beneficios que traen a la economía en su conjunto", sostuvo.
Soto indicó que, es necesario plantearse qué pasaría si este instrumento particular no existiera, por ejemplo, las fuentes de trabajo generadas. "Aunque es un régimen de excepción, sus características permiten atraer inversiones y existen además objetivos muy loables", indicó el contador.
El último dato respecto a la cantidad de personas que se desempeñan en zonas francas, data de 2015 y señala que existen 13.630 trabajadores. Casi un 9% son extranjeros, 90% son menores de 49 años.
Soto destacó que se trata de trabajadores formados a diferencia de lo que sucede en el resto de la economía, con buenos salarios en promedio y que, de alguna manera, viene cumpliendo (el régimen) con uno de los grandes objetivos: generar empleo.
Sobre los prejuicios, respecto a que el sistema puede dar lugar a actividad "dolosa", Soto aclaró que "ha habido casos puntuales pero eso no debería manchar un régimen que funciona bien".
El contador se refirió además al movimiento externo que genera, por ejemplo, en las áreas que se instalan estos regímenes, provocando un desarrollo necesario y ejemplificó con lo sucedido en donde hoy funciona Zonamerica.
Soto añadió que Uruguay sigue trabajando ya que está convencido que es un instrumento a cuidar por la capacidad que tiene para atraer inversiones y de generar empleo diferencial a lo que genera el resto de la economía.
Por esa razón, tras varias idas y vueltas, finalmente se aprobó la ley 19.566 que modifica aspectos vinculados a la ley de zona franca original.
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