El año pasado, el trabajo titulado “Exportaciones en Uruguay: aportes para su desconcentración” del contador Marcos Soto, fue premiado en las Jornadas Académicas anuales organizadas por la Unión de Exportadores y el Banco República. En su columna semanal en Fuerte y Claro de Radio Informarte, Soto reflexionó sobre algunos de los aspectos centrales de su trabajo. Escuche el audio.
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Soto, que actualmente dirige su propia consultora junto con un socio, dijo que entre los principales hallazgos de su trabajo académico destaca que a Uruguay “se le va la vida” en su capacidad exportadora.
En este marco distinguió algunas claves para el desarrollo económico: primero “cuidar y potenciar el camino recorrido en nuestros sectores tradicionales, porque tenemos condiciones para ello”.
En segundo lugar “continuar profundizando las exportaciones de servicios tanto turismo como los llamados servicios globales, tercero promover eslabones industriales de cadenas regionales o globales de valor y por último trabajar junto y fuerte a las micro, pequeñas y medianas empresas (MicPymes)”.
El analista dijo que al país se le hace “imprescindible acercar a las MicPymes a procesos exportadores. Esto traerá diversificación de empresas y de oferta exportable, y a la vez fortalece el emprendedurismo”.
“Se ha lanzado recientemente un programa ProExport en ese sentido. Uno de los grandes obstáculos es conseguir clientes-compradores. Generalmente los pequeños emprendimientos no tienen recursos para invertir en promoción. En esto el comercio electrónico debe jugar un rol fundamental pulverizando distancias. Acceder a mercado del exterior para empresas pequeñas o medianas puede ser el canal para crecer y dejar de ser PYMEs”, sostuvo.
Interrogado sobre cómo observa al sector de los servicios profesionales en un año donde él mismo protagonizó cambios importantes, al pasar a conducir su propia consultora, Soto afirmó que está en “constante evolución”.
“Hoy lo sensible es el tiempo, sobretodo en negocios. Hay que tener capacidad de respuesta y que además esa respuesta sea confiable, eso se logra profundizando vínculos interpersonales. Trabajos meramente expositivos han quedado demodé, eso es un cambio sustancial. La llegada de la tecnología y de google ha modificado el quehacer del asesor. Ahora hay que opinar, agregar valor y generar y compartir conocimiento, el que no lo entienda tenderá a desaparecer”.
En este marco, la región con un Mercosur inestable, son para Soto la mayor incógnita. Por un lado es clara una visión “aperturista”, sobretodo desde el nuevo equipo económico de Brasil, pero por el otro “el Mercosur al que más ha beneficiado fue a nuestro vecino más grande”.
Soto cree que a Uruguay “se le va la vida en su inserción internacional” y que esto no es tan así para otros países. “Tenemos urgencias e intereses que parecen distar, esto nos aleja de tener una estrategia de negociación común. El bloque debería fortalecerse desde lo interno, desde su comercio interno a través del perfeccionamiento de su zona de libre comercio, abandonar el arancel externo común o la ambición de alcanzar una unión aduanera y que cada país negocie soberanamente con el resto del mundo, quizás podamos coincidir en términos y en algún destino, allí bienvenido”.
“Lo que no podemos es estar en fase de parálisis o tirarnos 20 años negociando un acuerdo como lo es el caso de la Unión Europea. Podrá decirse que Uruguay, país pequeño, no es atractivo para hacer acuerdo. Creo que a veces valemos un poco más de lo que creemos, Chile no es una gran economía y sin embargo ha resuelto exitosamente su apertura comercial, y hay que recordar que si bien el comercio de nuestro país es marginal en el escenario internacional, en algunos rubros lidera. Somos el segundo proveedor más importante de carne en China por ejemplo, o uno de los principales productores de celulosa del mundo, ni hablar si se concreta UPM2”, cerró.