Entrevistado en el programa Fuerte y Claro de Radio Informarte, el director de Convivencia y Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior, el sociólogo Gustavo Leal, dijo que lo “enoja y pone mal” los tiempos del Parlamento y el sistema político para hacer los cambios que el CPP precisa porque “cada día que pasa se consolida un espiral de violencia en la sociedad que es muy difícil de poder recuperar”. Agregó que es preciso que las políticas sociales tengan un giro que implique “fortalecer la dimensión de las estrategias educativas y laborales y tener un impacto urbano importante”. Escuche la entrevista.
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Leal comenzó reflexionando sobre las reciente cifras en materia de seguridad pública que fueron presentadas por el Ministerio del Interior. En ese sentido dijo que “no son buenas” y “marcan un proceso de evolución de la violencia de la sociedad bastante importante y que todavía estamos a tiempo de poder revertir”.
“Hay que actuar de manera contundente en algunas áreas y tener en cuenta que cuando se hacen reformas legales hay que medir muy bien las alternativas a pesar de lo que algunas veces dicen por ahí”, sostuvo.
Leal recordó que antes de la aplicación del nuevo CPP, en el área metropolitana “unas 450 personas por mes ingresaban a la cárcel y desde que se está aplicando, en noviembre pasaron a ser 250, en diciembre 220, en enero de 2018 fueron 180 y así siguió bajando con algunas mesetas, aunque nunca volvió al ritmo de la época previa”.
El director de Convivencia del Ministerio del Interior dijo que le consta que el CPP “no tenía por espíritu una flexibilización tan alta de la persecución penal” por lo que “hay que sentarse y acordar para modificar rápidamente eso”.
Leal, que apuntó contra los proceso abreviados y la necesidad de derogar la ley de la libertades vigiladas, dijo que lo “enoja y pone mal” los tiempos del Parlamento y el sistema político para hacer los cambios que el CPP precisa.
“No creo que el camino en una sociedad democrática sea no abordar los problemas que tenemos. Hay que abordarlos de frente. Cada día que pasa se consolida un espiral de violencia en la sociedad que es muy difícil poder recuperar. Cuando se instala una dinámica de estas características se consolidan otro tipo de mecanismos y tenemos que tener la cuerda firme para que no se nos escape una situación así y se nos vaya de control, como ha pasado en la región con zonas liberadas”, opinó.
Para Leal el ejercicio de la autoridad “implica poner límites y esos límites los ponen la normas, no solo las escritas sino las que se pueden ejecutar”.
En este contexto el sociólogo afirmó que “tiene que haber un giro en las políticas sociales” pensando en que en Uruguay, en los últimos 15 años, “hubo un conjunto de políticas que generaron un impacto importante que hizo descender la pobreza”.
“Esas políticas hoy deben tener un giro porque la situación es diferente, tenemos algunos enclaves territoriales en la zona metropolitana y en algunas ciudades del interior donde se han consolidado dinámicas urbanas y sociales de dos o tres generaciones de familias con una vinculación fuerte con el delito”, relató.
“Ahí hay que pensar en un giro que implica fortalecer la dimensión de las estrategias educativas y laborales y tener un impacto urbano importante para desarticular guetos urbanos que favorecen que se consoliden estrategias criminales”, indicó.
Para Leal “hay que ir a fondo en reformas como en Secundaria, que logre generar que el sistema deje de expulsar adolecentes y el liceo pase a ser lugar donde se puedan absorber parte de los problemas sociales que existen. Más que pensar en programas que capten a los denominados NiNi, hay que cambiar la dinámica interna del liceo”, cerró.