Uno de los pilares fundamentales para reactivar la economía serán los niveles de inversión. Días pasados el Gobierno emitió el decreto 268/020 para ajustar los términos de la política de promoción de inversiones. El contador Marcos Soro analizó, en el programa Fuerte y Claro, este panorama. Escuche el informe sobre el escenario actual.
Soto detalló que en pos de captar inversiones, el Gobienro propone flexibilizar o incrementar los beneficios que estaban vigentes regulados por la ley 16.906 del año 1998.
“Los sucesivos gobiernos echaron mano a la reglamentación de esa ley vía decreto para ir actualizando las condiciones que se ofrecen. Digamos que es una formula conocida, prácticamente no contiene ningún aspecto innovador de base”, dijo.
Y agregó que lo que subyace en el decreto 268/020 es “básicamente lo que existía previamente esto es beneficios de exoneración sobre el impuesto a la renta de las actividades económicas (IRAE) y otros impuestos como el impuesto al patrimonio”.
“Ahora se incrementa el tope de exoneración del IRAE que antes era del 60% y ahora pasa a ser del 90%. Plantea un cronograma de inversiones a 10 años, cuando antes era a 5 años. Amplia las causales de devolución de IVA entre otros. Está pensado para las empresas contribuyentes de IRAE y las cooperativas”, sostuvo.
“El proyecto de inversión se evalúa a través de una matriz de indicadores donde se pondera la generación de empleo, descentralización, aumento de las exportaciones, investigación en I+D. Es decir lo que trata es de incentivar no cualquier tipo de inversión sino aquella que priorice ciertos intereses nacionales”, indicó.
Para Soto “la fórmula elegida no innova mayormente sino que profundiza beneficios fiscales” pero aclaró que “para que los beneficios sean reales las empresas deben dar ganancia fiscal porque el IRAE opera luego de la renta”.
“Este sistema ha tenido un largo recorrido ya en Uruguay. Tiendo a pensar que fórmulas que han funcionado no tienen porque necesariamente funcionar en el presente y mucho menos en el futuro. Debemos ser más creativos y trabajar en la competitividad de los proyectos antes de impuestos, si los proyectos son competitivos y rentables no hay razones para no pagar impuestos”.
“Por ello creo que un paquete más atractivo debería ser aquél que trabaje sobre los costos operativos previos a la renta final”, cerró.