El candidato a la Presidencia por el Partido Nacional, Álvaro Delgado, anunció su intención de invitar a Edmundo González Urrutia, líder opositor venezolano, a la eventual ceremonia de asunción el 1° de marzo de 2025, en caso de resultar electo. Delgado hizo este anuncio tras una videollamada en la que, junto al canciller Omar Paganini y el subsecretario Nicolás Albertoni, manifestó su apoyo a González y a María Corina Machado, ambos líderes opositores al chavismo.
"Hoy nos comunicamos con Edmundo González Urrutia y María Corina Machado para solidarizarnos con su situación y manifestarles nuestro apoyo al pueblo venezolano ante una elección fraudulenta y la violación sistemática de los derechos humanos", escribió Delgado en su cuenta de X.
Su declaración reafirmó la postura crítica hacia el gobierno de Nicolás Maduro, postura que ya había sido defendida por la administración de Luis Lacalle Pou al reconocer a González como presidente legítimo de Venezuela luego de las elecciones del 28 de julio.
Delgado enfatizó que, si llegara a ser presidente, extenderá una invitación formal a González Urrutia para su ceremonia de toma de posesión, marcando así una clara continuidad en la política del Partido Nacional hacia Venezuela.
Esta línea sigue la decisión de Lacalle Pou en 2020, quien no invitó a Nicolás Maduro a su propia asunción por considerarlo un “dictador”, destacando que se trataba de “una decisión personal”.
Más lejos
Mientras tanto, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, expresó su distanciamiento respecto a la situación en Venezuela, afirmando que el gobierno de Maduro “es un problema de Venezuela, no de Brasil”.
En una entrevista con RedeTV, Lula sostuvo que, aunque desea que Venezuela avance hacia un futuro digno para sus ciudadanos, no continuará involucrándose en los conflictos internos de su país vecino.
“Yo creo que Maduro es un problema de Venezuela, no es un problema de Brasil”, afirmó el mandatario.
Lula agregó que su responsabilidad como presidente es concentrarse en los asuntos de Brasil y evitó emitir un apoyo a Maduro en el marco de las elecciones cuestionadas en Venezuela.
La postura del gobierno brasileño, que incluyó el veto a la incorporación de Venezuela en el grupo BRICS, generó tensiones con el gobierno de Maduro, que acusó a Brasil de “injerencismo” y retiró a su embajador en Brasilia.
En respuesta a las tensiones, la Policía Nacional Bolivariana difundió una imagen con una silueta de Lula sobre la bandera brasileña y el mensaje "el que se mete con Venezuela se seca".
Desde el Ejecutivo brasileño se calificó este acto de "ofensivo" y se señaló que los “ataques personales” no son adecuados para el diálogo diplomático, subrayando que el Gobierno de Brasil trata a Venezuela con respeto.