El expresidente José Mujica votó este domingo en la Escuela 149 del Cerro, donde reflexionó sobre los desafíos que enfrentará el próximo gobierno. A diferencia de la primera vuelta, Mujica llegó caminando, acompañado de su bastón y su seguridad, mostrando una notable mejoría tras su tratamiento por cáncer de esófago.
En sus declaraciones a la prensa, el líder del Movimiento de Participación Popular destacó la necesidad de construir un ambiente político que facilite el diálogo.
"El gobierno que venga va a tener que tener capacidad de crear un clima que permita acercarse, negociar e intercambiar", afirmó y subrayó que "si yo te ando relajando y después te pido negociar, no camina", enfatizando la importancia de mantener el respeto.
Mujica también expresó preocupación por el desencanto de los jóvenes hacia la política, señalando que muchos la perciben como un espacio dominado por "una manga de viejos acomodados".
A pesar de este panorama, aseguró estar comprometido con el futuro de las nuevas generaciones: "Mi futuro más próximo es el cementerio, pero me interesa la suerte de ustedes, de los jóvenes que cuando tengan mi edad van a vivir un mundo muy distinto".
El expresidente aprovechó la ocasión para resaltar el crecimiento económico del país en las últimas décadas, destacando las diferencias en la distribución de recursos entre los gobiernos frenteamplistas y las administraciones anteriores.
"Ahí viene el problema, en cómo repartimos", comentó, reconociendo el desafío que representa una economía más equitativa.
En relación al reconocimiento internacional de Uruguay, Mujica celebró que el país haya logrado consolidarse como un ejemplo de estabilidad institucional en América Latina.
"El Uruguay es un país pequeño pero se ha ganado el reconocimiento de ser estable, de tener una ciudadanía que respeta las formalidades institucionales, no es poca cosa en nuestra pobre y golpeada América Latina", reflexionó.