El Frente Amplio (FA) comenzó a delinear cómo será su vínculo con el próximo Poder Ejecutivo, que asumirá el 1° de marzo bajo la presidencia de Yamandú Orsi. Para ello, la fuerza política decidió actualizar un documento clave elaborado en 2004, que establece principios para el relacionamiento entre el gobierno, el partido y las organizaciones sociales.
El texto original planteaba tres orientaciones fundamentales: autonomía relativa entre las partes, coordinación permanente y la responsabilidad de quienes toman las decisiones.
Uno de los postulados más destacados enfatizaba la necesidad de evitar una “asamblea permanente” como mecanismo de gobernanza, concepto que parece ser retomado por el FA para garantizar una relación clara con el Ejecutivo.
El presidente del FA, Fernando Pereira, aseguró que el partido debe actuar con prudencia y mantener un rol de apoyo sin intervenir directamente en las decisiones gubernamentales.
“El Frente Amplio tendrá comunicación permanente con el gobierno. Pero el gobierno elige a los gobernantes. Cada cual en su tarea. Yo soy presidente de un partido, Orsi es presidente de todos los uruguayos”, afirmó Pereira.
Además, Pereira subrayó que el rol del FA será entender y transmitir las demandas sociales al Ejecutivo, siempre respetando la separación de funciones.
“El FA tiene que ser capaz de entender las demandas sociales y transmitírselas al gobierno”, puntualizó, dejando claro que el partido no debe caer en “tentaciones de gobernar”.
Para garantizar un vínculo fluido entre el FA y el Poder Ejecutivo, se definió que el secretario político de la fuerza, Daniel Mariño, será uno de los principales nexos.
En tanto, por parte del gobierno, se prevé que el senador Alejandro Sánchez, quien probablemente sea designado como secretario de la Presidencia, cumpla un rol central en esta articulación.