El ministro de Trabajo, Mario Arizti, confirmó que el cierre de las plantas de Yazaki en Uruguay es “irreversible” y que el gobierno buscará alternativas para mitigar el impacto en los 1.100 trabajadores afectados.
“No hay viabilidad de continuar el proyecto”, lamentó Arizti tras reunirse con representantes de la empresa.
El ministro propuso crear una mesa de negociación para que el retiro de los trabajadores “sea lo más favorable posible”.
Si bien Yazaki ya abonó las indemnizaciones correspondientes, el gobierno busca que la empresa otorgue un “plus a lo legal” para mejorar las condiciones de salida de los empleados.
Además, se trabajará en la reconversión laboral de los afectados.
El PIT-CNT, por su parte, criticó la decisión de la empresa y calificó el cierre como una “traición”.
“Se planificaba continuidad mientras contrataban personal y solicitaban comodatos. Cerraron de la noche a la mañana”, denunció el presidente de la central, Marcelo Abdala.
Por otro lado, el director Nacional de Trabajo, Federico Daverede, apuntó contra el sindicato por la salida de la compañía: “Se tiró de la piola y la piola se rompió”, sostuvo.
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