"No es nada que ver el Luis que entra dentro de la cancha al de afuera. A la hora de estar fuera soy muy tranquilo, un padre de familia, un marido, y a la hora de entrar a veces tengo actos que no son adecuados, pero tampoco me veo cómo me ve mucha gente", dijo en referencia al episodio del mordisco a Giorgio Chiellini.
"En ese momento era difícil de aceptarlo; después es consciente de que lo mejor que tiene que hacer es, cuando se equivoca, pedir perdón. Y así fue", dijo.
"Capaz que hay gente que tiene diferentes maneras de defenderse. En mi caso la forma de canalizar la impotencia en esa ocasión fue esa, pero hay otros jugadores que su forma de reaccionar es quebrándole la pierna a alguno, quebrándole la nariz o haciéndole un tajo en la cara. Esas cosas son peores. Sí está mal visto lo del mordisco, y lo entiendo".
El periodista insistió y quiso averiguar sobre sus hábitos. Suárez se enojó: "Son temas privados, personales, que ni ahora ni nunca van a salir a la luz".
"Me acusan sin ninguna prueba. Lo del mordisco sé que me equivoqué y lo de la simulación me da igual, porque si me controlan a mí como que era el jugador que me tiraba, que me diga él, si tanto sigue la Premier, cuántas tarjetas amarillas me sacaron a mí por simular una falta y cuántas a cantidad de jugadores que están ahí".
Suárez confesó que en el problema con Evra, sus palabras fueron: "¿Por qué, negro?", pero no queriendo decir "porque tú eres negro". "Yo tampoco lo iba a ir a acusar porque me dijo sudamericano ni acuso cuando insultan a mi madre. Son cosas que pasan millones de veces en el fútbol".