Las autoridades habían evacuado a más de un millón de personas ante la llegada del tifón al país desde el Pacífico, por temor a que se repitieran los efectos del tifón "Haiyan", que el año pasado dejó más de siete mil víctimas entre muertos y desaparecidos.
"Tenemos información confirmada de que 21 personas murieron en Sámar Oriental, 16 de ellas en Borongan", informó la secretaria general de la Cruz Roja Nacional Filipina, Gwendolyn Pang.
Ahora el tifón, rebajado ya a tormenta tropical, parece estarse debilitando en su camino hacia la capital, Manila, pero ya se avisó que su lento avance y las intensas lluvias podrían ocasionar inundaciones.
Fuente: Europa Press