El Fondo nació para colaborar con los proyectos autogestionados, financiando hasta con el 30% de las utilidades netas del Banco República.
El oficialismo quería aprobar un proyecto de ley que establecía que un mínimo del 20% de las utilidades del Banco deberían ser retenidas para el Fondes.
Tabaré Vázquez le dijo a Mujica que no estaba de acuerdo con ese ajuste y por eso Mujica ordenó detener la iniciativa.