La mandataria aprovechó su aparición en radio y televisión por el Día Internacional de la Mujer para transmitir informaciones sobre la situación del país y que, según alegó, los medios de comunicación no han conseguido difundir adecuadamente.
La jefa de Estado admitió que Brasil atraviesa graves dificultades, pero las atribuyó a la crisis económica mundial y a la grave sequía que afecta a varias partes del país, la más grave en los últimos treinta años y a la que atribuyó aumentos de precios de algunos alimentos y de las tarifas de energía.
Según informa la Agencia EFE, Rousseff aseguró que el Gobierno, mediante reducciones de impuestos y la concesión de incentivos, venía absorbiendo todos los costes y los efectos negativos de la crisis, pero que llegó el momento "de dividir parte de ese esfuerzo con todos los sectores de la sociedad".
"Usted tiene todo el derecho a irritarse y preocuparse, pero les pido paciencia y comprensión porque esta situación es pasajera", afirmó al referirse a las medidas de ajuste que el Gobierno ha anunciado hasta ahora, como la restricción de algunos derechos laborales, recortes en los gastos públicos y la eliminación de las reducciones de impuestos concedidas a las empresas.
La presidenta aseguró que Brasil tiene fundamentos económicos sólidos que le permitirán superar los "problemas temporales" rápidamente y calculó que el resultado de las medidas podrá verse ya en el segundo semestre del año.
Fuente: EFE