Los puentes unen orillas, acercan personas y saltan obstáculos, pero sobre todo distraen la vista al salir de viaje.
Algunos de los más emblemáticos son los siguientes:
Los puentes unen orillas, acercan personas y saltan obstáculos, pero sobre todo distraen la vista al salir de viaje.
Algunos de los más emblemáticos son los siguientes:
El Golden Gate en San Francisco, EEUU, uno de los símbolos más destacados de la costa oeste del gigante del norte. Su color rojo se puede adivinar desde muy lejos si el tiempo lo permite.
Puente de Brooklyn en Nueva York, EEUU, con más de 120 años este puente icónico es uno de los grandes testigos de la historia de Nueva York. Está al sur de Manhattan y lo une con Brooklyn, como su nombre indica. Con casi dos kilómetros, en su momento fue uno de los más grandes y largos del mundo.
El Puente Romano de Córdoba, España, permite recorrer dos mil años de historia. Cuando atardece se puede observar una de las estampas más bonitas de Córdoba, con la Mezquita-Catedral de fondo.
Tower Bridge de Londres, Reino Unido, con dos torres de estilo neogótico que permiten elevarlo más de mil veces al año y dejar pasar los barcos que navegan por el Támesis.
Al este de la ciudad se eleva este puente que une la Torre de Londres y el barrio de Southwark, siendo uno de los lugares más fotografiados de Londres.
Puente Alejandro III en París, Francia, es el puente más largo y emblemático de todo París y une la explanada de Los Inválidos con el Grand Palais y el Petit Palais.
Está rodeado por cuatro grandes columnatas y es el rincón perfecto para disfrutar observando la ciudad y la Torre Eiffel.