Dilma dijo que si la destituyen, habría que llamar a elecciones
29 agosto de 2016
La presidenta suspendida de Brasil, Dilma Rousseff, insistió durante su comparecencia ante el Senado que, en caso de ser destituida de su cargo, se debería convocar a elecciones y devolver de esa manera, un "gobierno legítimo".
De esta manera, volvió a plantear la posibilidad, en caso de ser absuelta de los crímenes de los que se la acusa, de promover un plebiscito para adelantar las elecciones previstas para octubre de 2018.
Rousseff expresó: "Creo sinceramente que si hubiera una decisión que autorice mi destitución sin que se haya comprobado un crimen, estaremos frente a un golpe de Estado y también frente a una elección indirecta".
Y agregó: "Si me consideran culpable sin haber probado el delito, será un rotundo golpe, un golpe integral"
Durante una de las respuestas que ofreció a los 81 senadores allí presentes, señaló: "Creo sinceramente que si hubiera una decisión que autorice mi destitución sin que se haya comprobado un crimen, estaremos frente a un golpe de Estado y también frente a una elección indirecta"
La presidenta, alejada de su cargo desde mayo, enfrenta la recta final de un juicio que podría finalizar con su destitución. El Senado deberá tomar una decisión entre martes y miércoles de esta semana.
En caso de que efectivamente se la destituya, su antiguo vicepresidente, Michel Temer, que ocupa el cargo desde el 12 de mayo, seguirá en el poder hasta el 1 de enero de 2019.
Rousseff enfrenta un juicio que la acusa de diversas irregularidades fiscales. Ha negado las acusaciones y sostiene que se trata de un "pretexto" para sacarla de su cargo.
EFE