Bonilla: "Déficit fiscal en Uruguay es alto porque gasto sigue siendo alto"
21 agosto de 2017
La presión fiscal de los tributos que recauda la Dirección General Impositiva (DGI) llegó al mayor nivel desde 2008, según el Boletín Estadístico 2016 divulgado en los últimos días.
En su columna en el programa Fuerte y Claro de Radio Informarte, el economista y director ejecutivo del Centro de Estudios para el Desarrollo (CED), Hernán Bonilla, analizó los resultados del informe.
Bonilla destacó que "hay una presión fiscal en aumento y hay un déficit fiscal que sigue alto y que probablemente seguirá en esos niveles en lo que resta del año".
“El Gobierno mira el déficit fiscal tapándose un ojo; se centra en los ingresos”, @Hernan_Bonilla en #FuerteyClaro https://t.co/dbMZ8Dn0pb pic.twitter.com/pSHPGKeB19
— Informarte (@infouy) 21 de agosto de 2017
Mientras el gobierno intentó contrarrestar el déficit fiscal a través del desempeño de las empresas públicas y del resultado fiscal respecto a la recaudación de los impuestos (el ajuste fiscal a comienzos de año), en opinión de Bonilla el problema sigue estando del lado del gasto: "Por más que se busque de dónde sacar recursos, se aumenten las tasas de los impuestos y los ingresos del Estado y mejore el resultado de las empresas públicas, si aumenta el gasto, el déficit fiscal sigue siendo alto".
El economista explicó que hay otros factores como el ciclo económico y el ciclo electoral que provoca que el gasto siga siendo mayor a los ingresos.
Informe
La presión fiscal de los tributos que recauda la Dirección General Impositiva (DGI) llegó al mayor nivel desde 2008, según el Boletín Estadístico 2016 divulgado en los últimos días.
La recaudación bruta de la DGI medida como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) alcanzó a 19,4% en 2016, mientras que en 2015 había alcanzado el 18,9%.
El mayor dato previo fue en 2008 cuando los ingresos brutos del organismo equivalían a 19,3% del PIB.
La recaudación proveniente del sector privado representó 16,7% del Producto, cuando en 2015 fue de 16,4% y en 2014 de 16,5%. El del año 2016 fue el máximo en nueve años.
Por otra parte, los ingresos que recibió la DGI por impuestos cobrados a las empresas públicas representaron 2,8% del PIB en 2016, cuando en 2015 fueron de 2,5% del Producto.
En ese caso, el máximo fue en 2008 cuando las empresas públicas pagaron tributos a la DGI por el equivalente a 3,9% del Producto.
El organismo indicó que la evolución de las empresas públicas, "muestra una recuperación en el último año debido fundamentalmente a un incremento considerable de la recaudación del Impuesto a la Renta de las Actividades Económicas (IRAE) de dichas empresas, y en menor medida, del IVA interno de las mismas".
A su vez, señala que "la recaudación originada en el sector privado ha sido creciente en casi todos los años observados, en particular en el último año".
En tanto, la carga tributaria neta de los impuestos administrados por la DGI (se resta a los ingresos, la devolución de tributos) como porcentaje del PIB también subió en 2016 respecto a 2015 y alcanzó a 17,7% del Producto (en 2015 había sido de 17,2% del PIB).
El del año pasado, es el máximo desde 2008 cuando había alcanzado a 17,9% del Producto.
"Puede advertirse una recuperación de la presión neta total de impuestos administrados por DGI en el último año. Se observa una relativa estabilidad en este ratio en el entorno de 17,5% en promedio en el período observado. Por su parte, la presión neta de las empresas públicas muestra un incremento en el último año. Finalmente, la presión neta correspondiente al sector privado muestra una evolución ligeramente creciente a lo largo de todo el período, en particular en el último año, situándose en 15%", indica el informe.
Al respecto, la DGI explicó que presentó la evolución de mediano plazo de las variables (2008-2016) "por considerarse que es un período representativo del Sistema Tributario vigente", ya que la reforma se implantó en julio de 2007.