Brasil 2014: análisis del comienzo de octavos de final
29 junio de 2014
Llegó un momento en la historia que se hizo necesario unificar las diferentes medidas que existían en el mundo, buscar una única medida universal. En 1675 un inventor veneciano, Tito Livio Burattini, denominó metro a la distancia que recorría un péndulo en un segundo.
Pero recién en 1799 se desarrolló el sistema métrico decimal, que toma de Burattini la palabra metro para referirse a una distancia determinada (la diezmillonésima parte del cuadrante de un meridiano terrestre).
La distancia entre dos elementos se mide en metros, en sus múltiplos y submúltiplos. La distancia ente la gloria y la derrota este sábado se pudo medir en centímetros. El disparo de Pinilla cuando se acababa el tiempo extra no entró por centímetros. Chile entero se paralizó por un instante, habían arañado la gloria.
Un largo pelotazo de Bravo es controlado por Pinilla de manera estupenda, gira y juega con Alexis Sánchez, que le devuelve un pase milimétrico entre varios brasileros. El número 9 chileno saca un potente disparo sobre la marca de Thiago Silva y, cuando la imagen mostraba a medio banco chileno saliendo a festejar, la pelota dio en el palo.
Luego la historia conocida: Julio César gigante en los penales y Brasil a cuartos. Brasil estuvo a centímetros del fracaso, Chile a la misma distancia de la gloria.
Otra historia de centímetros nos lleva al segundo partido. James Rodríguez, al borde de la media luna, se inventa una jugada de fútbol playa: control de pecho orientado y zurdazo de aire. Muslera reacciona con su mano derecha y la toca con sus dedos. Inútil esfuerzo para desviar el balón, que pega en el palo y entra.
El golero uruguayo luego del gol se mira la mano con la que rozó el balón. Fue una jugada de extrema precisión: el control, el remate, el esfuerzo del arquero.
Centímetros separaron a Muslera de una gran atajada o de que esa pelota pegara un poco más arriba del palo y saliera. Igualmente la superioridad colombiana fue casi de años luz (medida de distancia) y se llevó bien el partido.
Uruguay no tuvo muchas variantes ofensivas y recién mejoró en la última media hora del partido, donde sí creó muchas chances.
Río de Janeiro queda a 2400 kilómetros de Montevideo. A esa distancia del Maracaná estaba Suárez.
Informe y foto propiedad de <A HREF="http://pordeciralgo.com.uy/index.php" TARGET="_new">Por Decir Algo</A>