El caso Silva, dijo Cabrera, "dejó un gran aprendizaje desde la mirada interna. En el Directorio de ASSE hay cinco miembros y hay que demostrar lo que se puede aportar y estar abierto a que el influjo partidario tenga su peso. Se debe respetar si se habla de descentralización y dar oportunidades a quienes se les traslandan las responsabilidades".
Para Cabrera es fundamental entender que "si se está en un lugar de jerarquía es cuanto más se debe bajar al lugar del otro, hacerse espejo y dar opinión intentando dar directivas pero sin ponerse en el plano de que como director se resuelve todo y no se le da la oportunidad al otro".
El nuevo director social de ASSE expresó que en su nuevo rol "la búsqueda constante de la contención, además de la responsabilidad de dar respuesta en los momentos que hay que darla, es la base de la tarea".
"Hay que recuperar la horizontalidad que se perdió, si no existe ese ida y vuelta no existe el lugar que ahora me toca ocupar a mi" porque "la realidad de la participación social, que llegó para quedarse, es colectiva", sentenció.
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