El contador Ricardo Giovio, recientemente contratado por Conexión Ganadera, diagnosticó que la empresa terminó funcionando como un "esquema Ponzi". "Asegurar renta fija con venta variable es una timba", afirmó el profesional, quien también advirtió que los balances de la compañía no reflejaban la realidad y se manejaba el dinero con una "discrecionalidad" preocupante.
Giovio explicó que, si bien Conexión Ganadera no comenzó como un esquema Ponzi, finalmente se convirtió en uno: "O sea, tapo lo que me falta con lo que me entra", detalló.
Según su análisis, el negocio inició con un proyecto viable, pero en un momento comenzó a perder dinero, la liquidez se transformó en el problema principal y se terminó recurriendo a la captación de nuevos inversores para cubrir los faltantes.
El contador fue contratado el 6 de enero y en sus primeras revisiones detectó una pérdida de 150 millones de dólares, posteriormente, esa cifra ascendió a un rango de entre 230 y 250 millones de dólares.
En su diagnóstico, afirmó que "esta empresa no es auditable porque sus balances no reflejan la realidad" y desmintió que se haya realizado una auditoría en las últimas semanas.
Respecto a la situación actual de la empresa, Giovio enfatizó que lo fundamental es evitar su caída: "Hay que pagar los sueldos y sostener la operativa hasta que llegue un síndico", recomendó.
Además, sostuvo que el concurso de acreedores es inminente y envió un mensaje a los abogados: "Esta empresa no puede estar media hora más sin concurso".
El contador también se refirió a las inversiones realizadas con el dinero de los inversores y señaló que 27,7 millones de dólares se depositaron en el Frigorífico Casablanca (Fricasa), 15 millones de dólares fueron destinados al Frigorífico Paso de los Toros (Bamidal) y se otorgó un crédito de 1,9 millones de dólares al Matadero Solís: "La discrecionalidad con la que se manejaba la plata es un problema", sentenció.
Sobre la falta de liquidez, Giovio admitió que gran parte del dinero se perdió. "¿Dónde está la plata? Si esto fuera una inversión rentable, no dudemos: apropiación indebida. Acá estamos en un negocio que no es rentable y que seguro tiene pérdidas por montos muy significativos", concluyó.
Esquema Ponzi
Un esquema Ponzi es un sistema fraudulento en el que se paga a los inversores antiguos con el dinero de los nuevos, sin generar rentabilidad real.
Cuando dejan de ingresar nuevos fondos, el esquema colapsa y muchos participantes pierden su dinero.
Este tipo de fraude recibe su nombre de Charles Ponzi, un financista italiano que popularizó este método a principios del siglo XX.
En el caso de Conexión Ganadera, los contratos de inversión estaban teóricamente ligados al ganado, con opciones como la compra de animales o el financiamiento de su engorde para luego repartir las ganancias.
Sin embargo, Giovio reveló que la rentabilidad no provenía del negocio ganadero, sino del ingreso de nuevos inversionistas, lo que configuró un esquema Ponzi.
Las tasas de retorno ofrecidas por la empresa variaron con el tiempo, en algunos momentos alcanzaron el 11%, mientras que en los últimos meses oscilaron entre 7% y 9%.
Para el expresidente del Banco Santander Jorge Jourdan, estos rendimientos eran una señal de alerta: "Cualquiera sabe que en un negocio ganadero, si te ofrecen más del 3,5% o 4,5%, algo está pasando", alertó.
Consecuencias legales
El abogado Leonardo Costa, representante de algunos damnificados, calificó lo sucedido como "un esquema fraudulento" que buscó "engañar a inversores" y lo definió como "un delito de estafa".
A su vez, destacó que la videoconferencia en la que Giovio realizó sus revelaciones es parte de la prueba que la Justicia deberá considerar para el llamado a concurso de acreedores y el desplazamiento de las actuales autoridades de la empresa.
Por su parte, el abogado Juan Pablo Decia consideró que el reconocimiento de Giovio implica la existencia de "un delito de estafa sostenido y reiterado".
Según explicó, la empresa se presentó como un negocio ganadero para captar inversores, pero los fondos se desviaban a otros destinos financieros.
También apuntó que este esquema conlleva una "apropiación indebida", dado que los inversores financiaban la compra de ganado que nunca se adquiría, incumpliendo la obligación de restitución del dinero.
La Fiscalía de Delitos Económicos y la Fiscalía de Lavado de Activos podrían investigar la trazabilidad de los fondos y determinar el paradero de los 250 millones de dólares que, según Giovio, hoy no están.