La perra tiene la costumbre de tomar sola el ómnibus para ir a pasear al parque que queda cerca de su casa.
Cuando su dueño, Jeff Young, se toma más tiempo del debido para hacer mandados, ella se aburre y entiende que es hora de subirse al transporte colectivo y pasear.
Como los conductores la reconocen como uno de sus viajeros frecuentes, se detienen, le abren la puerta y esperan que se ubique en algún asiento vacío al lado de algún otro usuario.
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