El Partido Demócrata recuperó el control de la Cámara de Representantes mientras que los republicanos lograron mantener el Senado abriendo una etapa de incertidumbres donde iniciativas como el muro con México o la eliminación de la reforma sanitaria del expresidente Barack Obama, podrían quedar truncas.
La jornada se caracterizó por una fuerte movilización y participación de los votantes progresistas como consecuencia del descontento con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Hasta ahora, Trump gobernó con la tranquilidad de contar con mayoría republicana en el Congreso pero ahora, su presidencia podría verse debilitada. El Partido Demócrata podrá bloquear proyectos de ley, (ya que se requiere de la aprobación en ambas Cámaras), e impulsar el propuestas legislativas.
Por ejemplo, cuentan con los votos necesarios para iniciar investigaciones sobre Trump y sus negocios o iniciar promover un proceso de destitución, algo que tiene pocas chances de prosperar ya que necesita dos tercios de votos en la Cámara de senadores.
La oposición demócrata recuperó la Cámara de Representantes, pero el gobernante partido republicano mantuvo el Senado en unos comicios considerados como un referendo sobre el presidente Donald Trump, que reivindicó una victoria personal.
El partido del expresidente Barack Obama logró hacerse con el control de la cámara baja, pero no pudo dominar el Senado.
"Tremendo éxito", dijo el mandatario en su cuenta de Twitter, recluido en la Casa Blanca desde donde siguió los resultados junto a amigos y familiares.
Tremendous success tonight. Thank you to all!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 7 de noviembre de 2018
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