Empate en la hora de Wanderers ante Liverpool

En la previa el encuentro entre negriazules y bohemios era el partido de la fecha. Y, tras el pitazo final de Fedorczuk, podemos decir que ninguno de los dos equipos falló. En un partido que tuvo de todo, Wanderers, a puro fútbol, logró remontar un 2 – 0 adverso ante un Liverpool que mostró buenos pasajes a nivel ofensivo, pero que dejó al desnudo algunas carencias defensivas que le costaron la victoria.

No hubo tiempo ni para respirar. Es que, de arranque, Liverpool avisó con un Chevantón que no se pudo acomodar en el corazón del área. El que avisa no traiciona, dicen, y a los 2’ los locales se pusieron en ventaja. Como en la primera jugada del partido, desde un lateral se forjó el gol. Peña sacó rápido por derecha, Pezzolano descargó y Freitas desbordó como puntero, tocó atrás y el propio “Papa”, con el arco de frente, la puso arriba para poner el 1 – 0 de la Cuchilla.

La visita se vio golpeada en los primeros minutos gracias al gol tempranero y la posterior presión de Liverpool, que con buen trabajo de la línea de volantes impedía que el bohemio hiciera circular la bola. Pero lentamente, a pesar de la desventaja en el marcador, Wanderers se hizo de la pelota y le puso su ritmo al partido.

Los de Favaro se pararon de contra, buscando en largo a Aguirre con Pezzolano y Moreno como lanzadores, pero por momentos el equipo quedaba partido, con los delanteros muy alejados de la línea de volantes. En este panorama, y siempre intentando por abajo, Wanderers encontró una brecha por el sector zurdo de la zaga negriazul, donde Almeida tuvo que cubrir su sector sin la contención del “Papa”, que no se caracteriza, justamente, por su marca.

Y las chances llegaron, aunque para evitarlas apareció la figura de De Amores. Primero fue Gómez con excelente tiro libre, pero mejor estuvo el arquero, que llegó a desviar para que la guinda diera en el palo. Más tarde, por derecha, Blanco mandó un centro pasado que Gastón logró bajar, pero el arquero de la sub 20 le tapó la definición a Riolfo. El primer tiempo se fue con la ventaja local, pero con la sensación de que el bohemio tenía con qué llegar al empate.

Pero el complemento amanecería con un nuevo mazazo para los de Arias. Un error en la salida desde el fondo –esa salida que nunca es con un pelotazo- le dejó la bocha servida al argentino Moreno y Fabianesi, que puso en carrera a Aguirre, mano a mano con Cristóforo. El pibe la pinchó por encima del arquero, Gastón Bueno llegó a salvar sobre la línea pero Chevantón, que seguía la jugada por el medio, estaba ahí donde hay que estar para que el despeje le rebotara en sus pies y se metiera en el fondo del arco. 2 – 0 a los 54’ y el panorama, como la tarde, se ponía negra para el visitante.

Y acá es donde el partido dejó ver su mejor cara. Liverpool, más cómodo que nunca con el resultado, siguió con la receta de la contra y Wanderers tenía que salir a buscar el descuento. Arias quemo las naves y mandó a la cancha a Ramírez y a Albarracín, en su regreso, por el zaguero Díaz, quedando con línea de tres en el fondo.

Sin perder la línea un segundo, buscando siempre con la bocha bien jugada, el bohemio siguió taladrando en busca del empate, y Liverpool encontró, lógicamente, espacios. Pezzolano, en una apilada monumental, quedó cara a cara con Cristóforo y definió al palo, en lo que habría sido el gol de torneo y la sentencia del partido.

Pero los cambios de Arias, otra vez, funcionaron. De un córner negriazul partió una contra letal en los pies de Albarracín, que ubicó en largo a Blanco para que el “Chapa” haga lo que mejor sabe: definir. 2 – 1 bohemio, y muchos minutos por jugar. Un minuto después el pibe Ramírez, tras una falla de Caué, le rompió el palo derecho a De Amores.

El trámite era vibrante, sin pausas. Puglia tuvo un par de chances que no pudo concretar, y Wanderers volvió a encontrarse con dos viejos conocidos: De Amores y los palos. Primero el arquero voló notable para tapar una volea de Santos, y más tarde el vertical derecho le volvió a negar el gol al debutante Ramírez, después de anticipar en el primer palo un centro de Rodríguez.

Entre los cambios y la lesión muscular del arquero negriazul, el árbitro otorgó, correctamente, seis minutos de descuento. El cierre del partido era un suplicio para los locales, que a impulso de la visita estaban metidos en su campo. Wanderers había hecho méritos para llevarse algo del partido, y el premio llegó en la agonía del encuentro. Llovió un centro largo desde la zurda, Albarracín recogió el rebote y volvió a meterla pasada, esta vez desde la derecha, y por el segundo palo se elevó impecable el zaguero Bueno para poner el 2 – 2 y hacer estéril la volada de De Amores.

Un enorme partido en Belvedere que se cerró con un resultado que parece justo. Por Liverpool y su efectividad ofensiva, por el esfuerzo y el fútbol de Aguirre, por el toque de Pezzolano y por el gigante De Amores. Por Wanderers y su constante búsqueda por abajo, tocando y llegando por todos lados, ya sea ganando, empatando o perdiendo; por la experiencia del “Chapita”, por el fútbol de Gastón Rodríguez y Albarracín, por el trajín de Martínez.

Un enorme partido, intenso, con un ritmo tremendo y muy bien jugado. Una demostración para aquellos muchos que dicen que en Uruguay se juega mal al fútbol. Quizá a veces hay que ver menos los partidos de la tele y visitar las canchas “chicas”, capaz que nos desayunamos –aunque sea tarde- que fútbol acá, por suerte, hay pa’ tirar p’arriba…

Ficha del partido

LIVERPOOL: Guillermo De Amores; Agustín Peña (58’ Andrés Ravecca), Gonzalo Godoy, Caué Fernandes, Christian Almeida; Gonzalo Freitas, Iván Moreno y Fabianesi (74’ Lucas Tamareo), Raúl Ferro, Paulo Pezzolano; Javier Chevantón (63’ Miguel Puglia) y Rodrigo Aguirre. DT: Eduardo Favaro.

WANDERERS: Federico Cristóforo; Mauricio Gómez, Gastón Bueno, Martín Díaz (67’ Nicolás Albarracín), Maximiliano Olivera; Santiago Martínez, Adrián Colombino; Gastón Rodríguez, Rodrigo Pastorini (45’ Matías Santos), Diego Riolfo (58’ Kevin Ramírez); y Sergio Blanco. DT: Alfredo Arias.

Goles: 2’ Paulo Pezzolano (Liverpool), 54’ Javier Chevantón (Liverpool), 69’ Sergio Blanco (Wanderers), 96’ Gastón Bueno (Wanderers)

Amarillas: Peña, Godoy y Tamareo (Liverpool); Rodríguez (Wanderers)

Jueces: Daniel Fedorczuk, Mauricio Espinosa y Sergio Freire

Cancha: Belvedere

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