"Para ellos (Mujica) es como Dios, les salvó la vida", dijo a Búsqueda una fuente cercana a los reclusos.
El martes funcionarios del gobierno compraron alfombras para que puedan rezar. Debieron hacerlo dos veces, porque en el primer caso equivocaron las medidas.
La comunicación ha sido un problema porque sólo uno habla inglés. Pese a que estudiaron poco español en Guantánamo, no dominan el idioma.
El trabajo de adaptación comenzó a desplegarse: ya tienen ropa civil, pueden dialogar y moverse con libertad sin pedir permiso.
La segunda fase será la convivencia en la casa de tres dormitorios que el Pit-Cnt donó. Luego podrán "salir a pasear, caminar y cocinar".