El mandatario viajó, junto con el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, a la localidad del noroeste de Francia, donde dos hombres asesinaron a un sacerdote e hirieron a otra persona de gravedad, antes de ser abatidos por agentes de las Fuerzas especiales de la Policía.
Según informa la Agencia EFE, el presidente galo confirmó la información adelantada más temprano por medios locales: en el momento del ataque, los secuestradores "se reivindicaron del Estado Islámico".
El mandatario también se refirió al nivel de amenaza terrorista en el país galo diciendo que es "muy alto" y expresó la determinación del Gobierno de luchar contra el EI que "trata de dividir" a los franceses. "Estamos frente a un grupo que nos declaró la guerra. Debemos desarrollar esta guerra, por todos los medios, respetando el derecho, porque estamos en una democracia", cerró.
Fuente: EFE