En los últimos días fueron varios los homenajes que recibió el pequeño Aylan pero la obra más impresionante fue la del indio Pattnaik, que levantó una escultura en la playa de Puri, a unos 65 kilómetros de la ciudad de Bhubaneswar.
La frase "La humanidad arrastrada a la orilla. Vergüenza, vergüenza, vergüenza", que se lee en la obra, cierra el concepto sobre el horror que sintió la opinión pública mundial al ver la imagen del pequeño en una playa de Bodrum que se viralizó la semana pasada.