“No les sugerí que no jugaran por abajo; fue una orden. Les dije que había que jugar balones largos para la cabeza del Morro y Santiago) Ciganda y luchar las segundas pelotas, ya que así íbamos a tener más chances de generar jugadas de gol o alguna falta para forzar una pelota quieta”, comentó.
En declaraciones a Sport 890, que publica Montevideo Portal, Carrasco indicó que ese cambio en la planificación se dio a partir del mal estado de la cancha del Tróccoli.
Interrogado sobre las etapas que le quedan al Torneo Apertura, considerando que River es cuarto con 16 puntos (a seis de Nacional y Peñarol), el entrenador opinó que “falta afianzarse”.