El presidente, Luis Lacalle Pou, llamó a “bajar la pelota” en medio de la recta final hacia el balotaje, luego de que el expresidente José Mujica lo criticara por comprarse una moto de 50.000 dólares. En rueda de prensa desde Río Negro, el mandatario respondió con un mensaje de calma y reflexión.
“Quedan pocas horas para una segunda vuelta. Se trata de gestionar emociones. Hay algo que todos tenemos que hacer y algunos más que otros, en mi caso como presidente, que es bajar la pelota, no dar manija y que la gente decida a quién va a acompañar”, manifestó.
En referencia a las declaraciones de Mujica, quien lo señaló como un político al que “le gusta mucho la plata”, Lacalle señaló que no planea subir el tono ni entrar en polémicas.
“El ruido y subir el volumen no ayudan. Hace años que no grito ni insulto; el tema es mantener la calma. Si no podés unir, no podés hacer nada”, reflexionó.
El presidente también dejó una frase irónica respecto a Mujica: “Es baqueano, por algo supongo que lo hizo, pero yo también me estoy poniendo un poco baqueano. No hace falta comunicarme con él”, dijo y cerró el capítulo.
Caso Pluna
En otro orden, Lacalle Pou se refirió al arbitraje internacional entre Uruguay y Latin American Regional Aviation Holding SRL (LARAH) por el cierre de Pluna en 2012.
El presidente negó categóricamente que el Gobierno haya sido notificado de un embargo de cuentas bancarias y activos en Luxemburgo, como se había especulado en los últimos días.
El mandatario explicó que las negociaciones con LARAH fueron lideradas por el secretario de Presidencia, Rodrigo Ferrés, y la prosecretaria, Mariana Cabrera, junto al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
Sin embargo, las conversaciones se interrumpieron cuando LARAH exigió que se diera por terminado el proceso penal contra tres exdirectivos de la empresa, algo que Uruguay rechazó.
“No estamos dispuestos a aceptar la indemnidad”, afirmó Lacalle Pou, justificando la negativa del Gobierno.
“Porque ya no era una negociación económica. Ahora parece que no importa, pero fueron millones de dólares que costaron y que seguimos pagando. A ustedes les parece que un presidente puede aceptar indemnidad?. No. No sería serio y para mí sería éticamente reprobable”, comentó.
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