Lula avisó a varios militantes de su partido el lunes que decidió aceptar la invitación "para integrar un ministerio y volver a trabajar en el Palacio de Planalto", antes de una reunión prevista para el martes en Brasilia con Rousseff, según un reporte anterior del diario O Globo.
Si acepta el puesto en el gabinete, el caso de corrupción en el que se investiga a Lula pasaría de las manos del activo juez federal Sergio Moro a la Corte Suprema de Brasil. A Moro se le había entregado el lunes la jurisdicción para decidir sobre cargos de lavado de dinero contra el expresidente.
Según la mencionada fuente de Presidencia, es probable que el exmandatario asuma la Secretaría de Gobierno en lugar del ministro Ricardo Berzoni.