El Ministerio de Ambiente concedió la autorización ambiental previa para la construcción de una planta potabilizadora de agua en Arazatí, en la costa de San José. Este proyecto, liderado por un consorcio privado, busca garantizar el abastecimiento de agua potable en la región, aunque enfrenta cuestionamientos políticos y técnicos.
En conferencia de prensa, el ministro Robert Bouvier explicó que la autorización fue otorgada tras un riguroso análisis: “Con condiciones específicas y bajo estricto plan de seguimiento, este proyecto no generará impactos ambientales inadmisibles”, afirmó pero aclaró que la autorización no habilita el inicio inmediato de las obras.
Para que la construcción comience, aún debe firmarse un contrato entre el Gobierno y el consorcio privado.
Este paso depende de decisiones políticas que involucran al actual presidente Luis Lacalle Pou y al gobierno entrante de Yamandú Orsi.
Lacalle Pou manifestó que no tomará decisiones relevantes sin consultar a su sucesor, en un gesto de respeto hacia el proceso de transición.
El proyecto generó controversia, el Frente Amplio, que asumirá el poder en marzo con Orsi como presidente, cuestionó la planta de Arazatí y propuesto como alternativa la construcción de una nueva presa en Casupá, Florida.
La resolución ministerial establece que la autorización quedará sin efecto si las obras no comienzan dentro de dos años. Este plazo añade presión para definir el futuro del proyecto, especialmente en un contexto político que parece inclinarse en otra dirección.
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