Según informó El Observador, la funcionaria (negra) quiso ingresar al local pero le dijeron que no podía porque no estaba en la lista de invitados.
Al ver que sus compañeros si entraban (y carecían de registro) ella reclamó y le respondieron que estaba mal vestida.
Según el matutino, ante los insistentes reclamos el funcionario de admisión de Circus le dijo que no la iba a dejar entrar por ser negra.
El Espectador informó que la Embajada realizó una consulta al Departamento de Estado para ver las acciones a tomar.
Por su parte Jorge Lenoble, jefe de relaciones públicas del boliche, dijo a Subrayadoque estas personas habían llegado alcoholizados, mal vestido y que pretendieron ingresar con una actitud “prepotente”.
Explicó que el local se reserva el derecho de admisión ante cualquier persona independientemente de su trabajo o condición diplomática.
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