Según informa la crónica de la Agencia EFE, del sótano a la última planta, los cinco pisos del edificio estrenados hace un año, tras permanecer un lustro cerrados para su entera remodelación, revelan numerosas obras y documentos inéditos y aspiran a ofrecer una nueva lectura del arte del maestro.
Salvo un especialista procedente del exterior, diez comisarios, todos miembros del museo, incluido su director, Laurent Le Bon, son los artífices de "¡Picasso!", el nuevo circuito por la vida y el proceso creativo del pintor, escultor, ceramista y poeta malagueño.
Al frente del museo desde junio de 2014, Le Bon brindó algunas orientaciones clave como la de celebrar el 30 aniversario de la institución con la metamorfosis de su contenido o incluir en él fuertes dosis documentales, no solo fotográficas, pero quiso ser un comisario más, dijo su colega Emilia Philippot a EFE.
Desde mediados de julio, el público comenzó a descubrir su trabajo, primero en el nuevo subsuelo de este palacio del siglo XVII, que evoca ahora los sucesivos talleres donde trabajó Picasso, las donaciones que hicieron posible la apertura de la pinacoteca y las grandes exposiciones realizadas en ella desde 1985.
En la planta baja, se expone desde mediados de agosto su trabajo entre 1897 y 1929: sus autorretratos, los períodos Azul y Rosa, la amistad con Apollinaire, el cubismo y sus retratos de Olga, su primera esposa; mientras que el primer piso, abierto desde el mes pasado, abarca momentos entre 1922 y 1973.
Incluye aquí las célebres "Bañistas", su etapa poética del 35 al 36 en la que dejó de pintar, la surrealista, su relación con la abstracción, las guerras española y mundial; la serie
"Déjeuners sur l'herbe" pintada años después de la II Guerra Mundial, en 1959; y las polémicas muestras del "Último Picasso", en los primeros 70.
A partir de hoy, el museo revela sus dos últimos pisos, centrado el segundo en la figura pública que fue Picasso (1881-1973), su compromiso político y su adhesión al Partido Comunista; su célebre "Paloma" para el Congreso de la Paz de 1949, y las numerosas esculturas y cerámicas que creó entre 1948 y 1954.
Domina la tercera y última planta una cita con el Picasso más íntimo, sus maestros; sus amigos Joan Miró, Henri Matisse y Brassaï; su familia; la relación que mantuvo con sus modelos y generalmente esposas, amantes o compañeras; y su tendencia a conservarlo todo, obras, papeles, billetes de metro, entradas y documentos múltiples.
En total, la nueva museografía propone 105 cuadros, de ellos 86 de Picasso; 92 esculturas, cerámicas y objetos artísticos; 192 obras gráficas, 190 fotografías, cuatro películas y 314 documentos de archivo.
Fuente: EFE