El País informa que este fotógrafo dijo que se le ocurrió la idea cuando se sentó un día en una cafetería y observó a una familia. Cada integrante estaba conectado a su dispositivo pero desconectado del entorno.
"Me pone triste el uso de la tecnología para la interacción a cambio de no interactuar. Esto nunca ha sucedido antes y dudo que hayamos arañado la superficie del impacto social de esta nueva experiencia", dijo en su blog el autor.