Orientales en oriente: uruguayos en la liga japonesa
23 enero de 2014
En un mundo donde el fútbol sufre, al igual que todas las expresiones del hombre, el fenómeno de la globalización, la llegada de jugadores conocidos a la liga de Japón sigue provocando sorpresa.
No es que los jugadores no se tienten a dedicar los últimos años de su carrera a gozar de contratos millonarios en ligas cercanas al nivel amateur, sino que parecería que Japón se ubica por detrás de de los paises arábicos o de China como destino preferido.
La llegada de la profesionalidad al fútbol japonés tardó más que en el resto del mundo, llegando a instalarse con ciertas condiciones sobre principios de los noventa.
El fútbol de este país estaba creciendo exponencialmente con la publicidad lograda gracias a la antigua Copa Intercontinental, por lo que los dirigentes decidieron buscar a lo largo del globo jugadores que le pudieran dar un salto de calidad a la liga, la cual continúa por detrás del baseball en popularidad.
Por eso fue que a principios de los noventa viajaron tres jugadores uruguayos para reforzar a Toshiba Horikawacho. Los elegidos fueron Hugo De León, Pedro Catalino Pedrucci y Mario López. Los tres, con pasado tricolor, rindieron con éxito en el equipo japonés.
Hugo De León ya estaba sobre el final de su carrera y, tras una temporada en Japón, decidió regresar a Uruguay para retirarse en Nacional. A sus compañeros les fue bastante bien: Pedrucci tuvo dos etapas por el Toshiba, regresando a Japón a mediados de los noventa.
Por su parte, Mario López realizó una larga carrera en tierras orientales pasando por varios equipos hasta 1997, cuando regresó a Uruguay para finalizar su carrera.
A su vez, mientras los uruguayos se destacaban, comenzaron a llegar poco a poco distintos grandes jugadores. Uno de los primeros en desembarcar en Japón fue Ramón Ángel Díaz, en 1993. El hoy técnico de River jugó una temporada en Yokohama Marinos, anotando 52 goles en 62 partidos.
Un año después llegó Dragan Stojkovic para jugar por Nagoya Grampus, equipo donde ya estaba capitaneando el inglés Gary Lineker. El serbio se destacaría a los años, convirtiéndose de los mejores jugadores de la historia y obteniendo un lugar en el once ideal generado tras 20 años de profesionalismo.
La clave estuvo en la contratación de Arsène Wenger como técnico del equipo. Wenger le dio la cinta de capitan al serbio, que levantó su nivel y lideró al equipo a ganar la Copa del Emperador. El francés estuvo 18 meses en Japón, para luego comenzar su etapa en Arsenal.
El serbio fue un símbolo del fútbol japonés por años, ya que a pesar de jugar en un destino tan exótico, formaría parte de su selección para disputar la Copa del Mundo de Francia 98 y la Eurocopa del 2000.
En el 2001 se retiró tras ocho años en Japón, totalizando 79 goles en 239 partidos. Actualmente dirige en la liga.
También tuvieron pasajes menos importantes por tierras japonesas jugadores como Micheal Laudrup, Dunga, Leonardo, Zico o Stoichkov. Eso permitió que el fútbol local creciera y lograra exportar jugadores de primer nivel, como Nakata o Nakamura, y que la selección japonesa ganara cuatro copas asiaticas en un período de 20 años y clasifique asiduamente a los Mundiales.
Con la noticia de las últimas horas se suma a la lista Diego Forlán, que jugará para Cerezo Osaka, equipo que actualmente también integra Fabio Simplicio, jugador de pasajes por Roma y Palermo.
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