Parodia a la viuda de Jorge Batlle desata discusión sobre el humor en el carnaval

Una parodia de Momolandia a la viuda de Jorge Batlle generó polémica luego de concursar en el Teatro de Verano.

Con peluca y vestido negro, uno de los integrantes, Charly Álvarez recreó la foto que se hiciera viral: Mercedes Menafra, la viuda del ex presidente y sacando parte de su cuerpo por la ventanilla de un auto sonriendo, mientras acompañaba el cortejo fúnebre al grito de "Viva Batlle".

Si bien la actuación fue el viernes 27 de enero, las reacciones no llegaron hasta que la escritora Mercedes Vigil propuso discutir en su Facebook un debate sobre el humor, la política, la cultura, la ética y la murga.

Allí, la escritora señala la "absoluta falta de ética" de Momolandia, al burlarse de una ciudadana que está de duelo.

Vigil expresa que el carnaval es una "plataforma política", y que muchas murgas le hacen el mandado al jefe político de turno, dejando de lado, el rol que tuvieron las murgas "en otras épocas".

El Uruguay "no tiene un marco ético en el cual se establezcan valores como norma", y estas organizaciones "autodenominadas culturales" se establecen en la "sociedad de la no ética", sostiene.

Por otra parte, en declaraciones al portal Ecos, Javier Carvalho, integrante de Momolandia, expresó que la línea entre el humor y la falta de respeto es "delgada", pero explicó que lo que se quiso hacer fue humor.

"Yo cuando vi la imagen de la señora saludando como si fuera la reina del carnaval con medio cuerpo para afuera y con una sonrisa de oreja a oreja, me imaginé que la mujer no estaba tan dolida. Eso fue lo que la murga quiso representar", sostuvo.

"Breve epitafio sobre el Uruguay murguero", es el título del post donde Mercedes Vigil propone discutir sobre el humor de las murgas:

"Solo una breve mención a la absoluta falta de ética de ciertas murgas que se están burlando de una ciudadana que está de duelo. Me niego a que los uruguayos nos acostumbremos a todo: a que el carnaval sea una plataforma política, a que el Estado les financie giras mundiales costosisimas, a que muchas de ellas luego le hagan los mandados al jefe político de turno, a que el rol que tuvieron las murgas en otras épocas- de denuncia- hoy sea solo de una triste obsecuencia. A lo que no debemos acostumbrarnos es la naturalización de la falta de ética y menos en manifestaciones públicas a las que deberíamos dejar de ir. Sigo refrendando que el Uruguay no tiene un nuevo marco ético en el cual se establezcan determinados valores como norma para trasmitirlos a las nuevas generaciones. Me parece inmoral que una murga naturalice la prevención de una sociedad en decadencia y la fomente en un espectáculo público. Hoy es Mercedes Menafra de Batlle, una uruguaya en duelo y no debería importar su tendencia política a la hora de respetarla. Lo que está sucediendo es la prueba que en Uruguay y muchas veces de organizaciones auto denominadas “culturales” se fragua en la sociedad la NO ÉTICA. Seguramente muchos que hoy protagonizan tan desconsiderada afrenta a un ser humano doliente son los que ayer vieron “naturalmente” el video en el cual Lucía Topolansky y su hermana explicaban de qué forma elegían (en plena democracia) a sus víctimas para ejecutar. Cuidado uruguayos que así se establecieron en el poder todos los totalitarismos que han violado y violan los DDHH, generalmente asistidos por un grupo denominado “cultural” que de cultural no tiene nada, pero mucho de proselitismo financiado por los vecinos de la comarca. Mercedes Vigil".