La Universidad de la República (Udelar) retomó este jueves sus clases y actividades con patrullaje policial reforzado en varias de sus facultades, tras recibir una grave amenaza de parte de un supuesto integrante del grupo extremista internacional 764. El Ministerio del Interior dispuso vigilancia rotativa como “medida preventiva” para monitorear los centros de estudio, según confirmaron fuentes de la cartera al diario El País.
“El apoyo que estamos recibiendo es dinámico, no quiere decir que esté la guardia policial permanente en el mismo lugar todo el día”, explicó Arturo Briva, decano de la Facultad de Medicina, en declaraciones a Arriba Gente (Canal 10). Además del patrullaje por tierra, un helicóptero sobrevoló Montevideo durante la mañana.
El decano señaló que “la voluntad de todos los servicios de la Udelar es abrir las puertas, trabajar con normalidad”, buscando dar seguridad a funcionarios, docentes y estudiantes “para que puedan realizar sus tareas” en un contexto de tensión e incertidumbre.
La amenaza fue enviada el martes a través de un correo electrónico dirigido al rectorado de la Udelar, y tenía copia al Frente Amplio y al Partido Nacional.
El mensaje incluía fotografías de armas y anunciaba una masacre inminente en alguna facultad, con la intención de transmitirla en vivo por TikTok.
“Trataré de matar a la mayor cantidad de gente posible y luego me suicidaré”, decía el remitente, la amenaza provocó la evacuación de cinco facultades: Derecho, Economía, Agronomía, Arquitectura y Humanidades.
También el Liceo 33 recibió un mensaje similar.
El grupo 764
La Policía investiga el origen del correo y sigue el rastro del remitente que asegura pertenecer al grupo extremista “764”, una organización que opera por internet y ha sido señalada como peligrosa a nivel internacional.
La amenaza enviada en Uruguay guarda similitudes con otras amenazas realizadas en España a fines de febrero, lo que ha generado preocupación en las autoridades.
El grupo 764 fue fundado en 2021 por Bradley Cadenhead, un adolescente de Texas, que bautizó la organización con el código postal de su ciudad.
Según el FBI, esta red actúa principalmente en plataformas como Telegram y Discord, y apunta a captar menores de entre 8 y 17 años.
Las autoridades estadounidenses señalan que este grupo utiliza amenazas, chantaje y manipulación para obligar a sus víctimas a realizar actos de autolesión, crueldad animal, actos sexualmente explícitos o suicidios, que luego son compartidos entre los miembros.
Estas acciones buscan ejercer control total sobre las víctimas y perpetuar la extorsión.
Los investigadores sostienen que las motivaciones de los integrantes del grupo 764 “son muy individualizadas” y que algunos actúan por satisfacción sexual, estatus social o un sentido de pertenencia, sin una motivación ideológica clara.
La amenaza recibida por la Udelar pone en alerta a las autoridades uruguayas sobre la posible presencia o influencia de esta red en el país.