Pintos: "La mayoría de denuncias en la Cotryba son de perros con dueño, no callejeros"
1 noviembre de 2017
El presidente de la Comisión de Tenencia Responsable y Bienestar Animal (Cotryba), Julio Pintos, dijo a Fuerte y Claro que el objetivo principal de la comisión es reducir la población canina del país. Además, desmitificó la idea de que los perros callejeros son los responsables de la mayoría delos males generados en el país, relacionados a estos animales.
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Pintos explicó que Uruguay tiene, en promedio, un perro cada dos habitantes, cuando lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es uno cada diez.
Los pilares fundamentales concebidos por la Cotryba para alcanzar esta meta radican en la educación de la población en la tenencia responsable y el bienestar animal, la castración y el control, y la promoción del registro nacional de animales de compañía, lo que ayuda a prevenir accidentes.
“La mayoría de las denuncias que llegan a la Cotryba son de perros con dueño”, el presidente de esta comisión al referirse a la necesidad de desmitificar la idea de que los perros callejeros son los causantes de la mayor parte de los accidentes.
En este sentido, dijo que existen 60 escuelas con problemas de niños mordidos por perros con raza, y que la tercera parte de las mordeduras ocurren dentro del hogar.
Pintos comentó que un modelo a seguir es el llevado adelante por la Intendencia del departamento de Rivera, que recogió a más de una decena de perros abandonados, los castró, los identificó y los dio en adopción o a una protectora de animales.
“No tenemos otra posibilidad que hacer eso. Un perro no castrado en la calle, es un problema”, enfatizó.
Respecto a las diferentes opiniones sobre si es correcto categorizar la peligrosidad de un perro estrictamente según su raza, Pintos explicó que los países que han prohibido ciertas razas, han evaluado que la peligrosidad no depende de ella sino del tamaño del animal.
Por otra parte, el presidente de Cotryba informó que hasta el momento hay un total de 1300 perros a los que se les colocó el chip que comenzará a ser fiscalizado desde enero de 2018.
Pintos dijo que se han corregido errores informáticos para mejorar el funcionamiento del sistema y que no está previsto cobrar multas el año que viene.
Y concluyó: “Cuando uno tiene un perro asume una cantidad de responsabilidades con el propio animal y frente a la sociedad; eso es lo que nos va a hacer cambiar esta realidad”.