La web Xataka publicó un resumen sobre lo que le ocurre al organismo cuando estamos sentados y los daños que nos podemos ocasionar al hacerlo mal mientras usamos la PC.
A partir del momento en que nos sentamos y dejamos de movernos, nuestro cuerpo comienza a consumir menos energía, la circulación de la sangre comienza a hacerse más lenta. Además, pueden experimentarse picos de insulina y de glucosa en sangre. Los músculos de la espalda se debilitan progresivamente ya que su no estamos dando uso a su función de sostén.
Biomecánicamente, la posición en forma de “cuatro” que adoptamos cuando estamos sentados no es la más adecuada dado que la presión a la que se ven sometidos los discos intervertebrales que forman parte de nuestra columna es mucho mayor que si estamos de pie o moviéndonos. Estos discos, que actúan como “amortiguadores” entre las vértebras, captan nutrientes cuando se encuentran en movimiento. Al sentarnos lo que estamos haciendo es comprimir dichos discos, haciendo que pierdan movilidad y flexibilidad.
Nuestra columna está diseñada para mantenernos de pie en forma de “S”, con sus cuatro curvas que alternan su forma (lordosis cervical, cifosis dorsal, lordosis lumbar y cifosis sacra) pero, si nuestra columna fuese completamente recta no sería capaz de sostener el peso de nuestro cuerpo ni de ejecutar muchos de los movimientos que le demandamos. Cuando nos sentamos, la parte final de esa “S” se aplana y aplasta perdiendo así su función. Por esto las otras vértebras pasan a recibir una mayor presión.
Los síntomas
La postura en la que muchas personas quedan tras varias horas de trabajo, deslizados en la silla casi acostados frente a la PC, crea una gran tensión en la zona lumbar: las vértebras se justan y los discos intervertebrales sufren como nunca. Mantener la espalda apoyada en el respaldo de la silla y colocar la pantalla del ordenador a la altura de los ojos nos ayudarán a mantener una postura correcta
Otro de los errores es colocar la pantalla a una altura incorrecta; es muy frecuente en aquellas personas que trabajan con ordenadores portátiles en los que la pantalla queda a la altura del pecho aproximadamente. Mirar mucho tiempo una pantalla que se encuentra tan baja respecto a nuestra línea de visión hace que pasemos muchas horas con el cuello en una posición forzada e incorrecta.
Por esto es clave colocar la pantalla a la altura de los ojos. Los atriles especiales para portátiles en los que se trabaja con un teclado independiente son perfectos para lograr acomodar esta situación.
En el informe de Xataka se agrega que la postura correcta de nuestra espalda mientras estamos sentados será recta (manteniendo la curvatura natural de la columna) y totalmente apoyada en el respaldo de la silla, especialmente la zona lumbar.
La distancia a la que ha de mantenerse la pantalla del ordenador es de unos 30 centímetros generalmente, aunque depende del tamaño de la misma. Es importante que una pantalla demasiado pequeña o lejana no nos haga pasar ocho horas inclinados sobre el teclado.
Cruzar las piernas al sentarse no es sano. Al hacerlo se dificulta aun más el retorno venoso y se pueden crear varices o arañas vasculares. Hay que asegurarse de que la altura de nuestro asiento es la adecuada para que nuestras rodillas forman un ángulo de 90 grados cuando los dos pies están sobre el suelo.
Consejos
Algunos consejos para sentarse mejor y evitar dolores post-horario de trabajo son: colocar la mesa de trabajo a una altura adecuada, colocar la pantalla, los periféricos (ratón, teclado) y los accesorios delante de nosotros, si se usa un teléfono usar auriculares o altavoz, hacer pausas activas cada poco tiempo (unos dos o tres minutos por cada hora de trabajo), evitar la rigidez de los músculos, mejorar la circulación de las piernas con ejercicios que ayuden a mejorar la circulación de nuestro tren inferior.
Además se aconseja relajar los hombros y reducir la tensión en el cuello, mover la columna través de giros dinámicos a un lado y a otro, flexionar la cadera, inclinar el cuerpo hacia delante e intentar tocar las puntas de los pies.