Estas son algunas de las razones por las que no conviene consumir tanta azúcar, las cuales fueron publicadas en El Observador:
El azúcar se absorbe rápidamente en forma de glucosa y aporta energía de inmediato. Si ésta no se consume en el momento, el cuerpo la transforma en grasa.
Por otro lado el azúcar ayuda a liberar serotonina, que proporciona una sensación de bienestar generalizada pero, un consumo excesivo, puede originar depresiones y ansiedad. Esto puede influir en nuestro ánimo.
El elevado consumo de azúcar fomenta la reproducción de los hongos y parásitos que habitan en nuestro intestino y por tanto daña la flora intestinal. Además ocasiona flatulencia, estreñimiento y diarrea.
Por otro lado el mencionado matutino publica que el abuso de azúcar puede inhibir el sistema inmunológico y debilitar las defensas contra enfermedades infecciosas.
El azúcar roba la vitamina C que necesitan los glóbulos blancos para combatir los virus y las bacterias y crea tendencia a las inflamaciones que pueden desencadenar muchas enfermedades.
También aumenta el riesgo de tener cáncer porque las células cancerígenas se alimentan de azúcar. De hecho un equipo de científicos de Harvard Medical School está investigando el papel del azúcar en la aparición de células cancerígenas.