Al lograr abrir la puerta, a pesar de estar esposados, los reclusos comenzaron a gritar y hacer ruido para llamar la atención de otros policías al ver que quien los cuidaba había perdido el conocimiento.
El hecho ocurrió el pasado 23 de junio y fue registrado por una cámara de seguridad. Los reos al ver el estado del guardia, abrieron la puerta de la celda, y comenzaron a gritar y golpear puertas.
Cuando lograron que otros policías llegaran al lugar, todos volvieron a entrar. Las autoridades policiales se vieron sorprendidos por el hecho, ya que podrían haber aprovechado la ocasión para tomar el arma del guardia y escapar.
Uno de los reos dialogo con un medio local y dijo que tenían miedo de que les dispararan.
El guardia se recupera de lo que al parecer fue un ataque cardíaco.