Según informa el portal Infobae, los investigadores examinaron otra obra del autor, donde producía un efecto similar, y vieron que en La Bella Principessa (1490) Da Vinci utilizó "un ingenioso truco para atraer al público".
En el caso comparado, Da Vinci mezcló colores de manera tal que permitían "confundir" al espectador. Según el ángulo desde el cual la contemplaran, cambiaría la visión periférica. La boca de La Bella Principessa también parece modificarse dependiendo desde dónde se la observa. Cuando el visitante mira otras áreas del rostro la boca parece moverse generando una ilusión óptica.
La técnica es conocida bajo el nombre de sfumato, y es la misma que se utilizó en La Gioconda. "Como la sonrisa desaparece tan pronto como el observador pretende 'capturarla', hemos llamado a esta ilusión óptica la 'sonrisa intocable'", señalaron los investigadores Alessandro Soranzo y Michelle Newberry, quienes escribieron el informe.