Los discursos sobre la seguridad pública fueron atractivos para los votantes y ayudaron al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y a otros gobernantes, a ser elegidos el año pasado. Sin embargo, el problema es “complejo y dificilmente se resolverá con más violencia o ausencia del Estado”, explicó la periodista brasileña Natalia Scarabotto en el programa Fuerte y Claro. Escuche el análisis.
Tras la muerte de Agatha Felix, de ocho años, durante una operación policial en Río de Janeiro a fines de setiembre, la discusión sobre la violencia policial y su efectividad en el vecino país se debatió en Fuerte y Claro.
Según un estudio de la Fiscalía de Río de Janeiro, el aumento de los asesinatos policiales en un 16% durante los ocho primeros meses del año no tiene nada que ver con la reducción de delitos como el asesinato y el robo.
El estudio deconstruye una visión común entre los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley en Brasil. "La idea de que el crimen debe abordarse con más represión estatal y violencia no funcionará y continuará matando inocentes y niños como Agatha".
Scarabotto afirmó con preocupación que se están dando “discursos muy seductores sobre armar al público, aumentar la violencia policial para combatir el crimen y discursos que atraen a los votantes que están indignados por la falta de seguridad”.
La posesión de armas, una de las promesas de campaña del presidente Jair Bolsonaro, fue vista como una solución para proteger a la población. Sin embargo, la periodista cree que la medida transfiere la responsabilidad de la seguridad al ciudadano y elimina al Estado.