Badie, líder espiritual de la Hermandad Musulmana, y otros 13 miembros de la organización fueron sentenciados a muerte luego de que la Justicia egipcia los encontrara culpables de planear ataques contra el Estado.
Badie ya había recibido anteriormente una sentencia de muerte que luego fue reducida a cadena perpetua (que en Egipto corresponde a 25 años de prisión).