El contador Marcos Soto analizó, durante su columna en el programa Fuerte y Claro, los datos de pobreza en nuestro país que fueron difundidos días pasados. Afirmó que “la pobreza tiene cara de niño” y consideró que es importante generar mayor concienciación en la sociedad sobre este tema. Escuche la columna completa.
“Si decíamos que el 10,7% de los uruguayos se encuentran bajo la línea de pobreza, en menos de 6 años ese número asciende a 22,5% y entre 6 y 12 años asciende a 18,5%. Es decir que en grandes números, 1 de cada 5 niños son pobres. Sin embargo entre 18 a 64 años la pobreza es del 9,5% y para mayores de 65 años la incidencia de la pobreza es solo del 2,0%. Acá la pregunta es ¿qué país estamos construyendo con estos niveles de pobreza en edades tan tempranas?”, se preguntó Soto, quien es socio de la consultora Cibils Soto Consultores y decano de la Escuela de Negocios de la Universidad Católica.
Afirmó que el impacto de esa pobreza es multidimensional. “Afecta la calidad de la alimentación, el desarrollo motor y cognitivo, y por tanto los niveles de escolarización y formación educativa en general. Es un ancla muy fuerte, una restricción pesada que llevan esos niños en comparación con aquellos que logran un desarrollo de acceso satisfactorio. Además es un círculo nocivo, donde el modelo se termina reproduciendo con mayor fuerza”, agregó.
Sostuvo que el desafío es cómo se asignan recursos en el país. “Recursos que son naturalmente escasos. Creo que si como generación pusiéramos énfasis en cortar este ciclo perverso de la reproducción infantil de la pobreza, tendríamos un futuro más promisorio, ni que hablar más justo, pero también más eficiente. Porque la red de contención de seguridad social, hoy muy enfocada en los mayores de 64 años, quizás no deba ser tal”, afirmó.
“Hoy la pobreza tiene cara de niño, lo cual es tremendamente injusto, porque es la única franja etaria que no tiene ni voz ni voto en la sociedad, que parece atender justamente a aquellos sectores que sí tienen mecanismos de defensa y de incidencia en las políticas públicas. Hay un enorme desafío de concientización para amplios sectores que posterguen intereses y se transfieran recursos al sector más vulnerable, que son los niños”, indicó.