Interrogado sobre si puede mejorar como jugador siendo delantero del FC Barcelona, Suárez conttó: "Obviamente. Lo importante es tener voluntad de mejora, y con jugadores de calidad alrededor es más fácil. Aprendes mucho con sólo ver las cosas que hacen".
"Me considero muy autocrítico. A veces me noto muy acelerado, me falta un segundo más de pausa, no hacerlo todo a lo bruto. Uno se basa en el instinto muchas veces, pero me refiero más a esa pausa que necesita el equipo cuando nos están atacando, un delantero en esa situación tiene que aportar tranquilidad, dar descanso a los centrocampistas", dijo.
En referencia a en qué aspecto aparece el instinto, Suárez dijo: "Es una característica del fútbol sudamericano. A mí nadie me regaló nada. Hice muchísimo esfuerzo de chico: me iba caminando más de media hora para ir a entrenar. Juntaba tarjetas de teléfono para venderlas para poder ir en ómnibus. A veces salía dos o tres horas antes del entrenamiento para no pagar el boleto. Ese esfuerzo me sirve hoy para disfrutar cada momento".
Sobre su relación con Messi sostuvo: "Cuando estamos en la selección cada uno la va a defender a morir. Pero aquí es diferente, estamos por la misma labor, dar títulos al Barcelona. La relación tanto dentro como fuera del campo es muy buena. Todos sabemos que Leo es el mejor, ninguno intentamos superarlo ni igualarlo. No hay envidias. Estamos con el equipo y no competimos con nadie. Si varios jugadores quisieran competir por ser el número uno, sería complicado".
En cuanto a su retorno a la celeste indicó: "Tengo muchas ganas de volver porque cuando vuelva con la selección habrán pasado dos años y es incomprensible. Más que nada, por lo largo del castigo. Cuando ha habido casos de dopaje los han castigado con uno o dos años y es como si lo mío fuera lo mismo, y eso duele", cerró.
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