Carlos Alvarado, el candidtado del Partido Acción Ciudadana (PAC, centroizquierda), se convirtió en el nuevo presidente de Costa Rica y con ello el análisis de aquellos elementos que le permitieron alcanzar el poder, es amplio. Escuchá la columna del politólogo Andrés Raggio.
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En diálogo con el programa Fuerte y Claro de Radio Informarte, el politólogo Andrés Raggio realizó un balance de una elección no obligatoria y donde los pronósticos manejados por las encuestadoras erraron groseramente.
La valoración que cada región hizo de los candidatos, entre ellos, las provincias más olvidadas, frente a un candidato, como Fabricio Alvarado cuya defensa de los valores cristianos rozaban cuestiones constitucionales, significaron un contrapeso que posteriormente se vio reflejado en las urnas.
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— Radio Informarte (@infouy) 3 de abril de 2018
Por otra parte, la particularidad de este nuevo gobierno es la asunción de la economista Epsy Campbell como número dos, convirtiéndose así en la primera vicepresidente afrodescendiente de América Latina.
Campbell ha sido una consultora destacada y una conferencista internacional en asuntos como empleo, género, mujeres y derechos humanos, desarrollo social de pueblos afrodescendientes e índigenas y racismo.
Fabricio Alvarado, el predicador evangélico que entró en la política con el partido confesional Restauración Nacional (PRN) recibió menos del 40% de la votación en una elección en segunda vuelta que, contradiciendo las previsiones, superó en participación a la del 4 de febrero (del 65,66%). Con más del 60% de los apoyos, su adversario Carlos Alvarado quedó favorecido como la carta de respaldo al “sistema político” de Costa Rica.
Carlos Alvarado Quesada, de 38 años, se convierte así en el presidente costarricense más joven desde 1948. Aunque se presentó como representante de una generación distanciada de los partidos históricos, este periodista y politólogo debió jugar la carta de la tradición política ante la escalada del outsider Fabricio Alvarado, rostro del movimiento de base evangélica que ha ido ganando poder con el apoyo de algunos grupos de la mayoría católica y de sectores populares en zonas pobres del país.
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